miércoles, 6 de septiembre de 2017

Bienvenido Su Santidad Papa Natas

Por MaLeJa & XervanteX

En vista de que Fernando Vallejo no dijo nada sobre la visita del Papa a Colombia, ni sobre la corrupción, ni sobre la bomba atómica ni el huracán, ni nada, nos manifestamos sus apóstoles y querubines.

La religión sirve para todo, inclusive para juzgar y condenar. Y aunque hace la diferencia, también la causa; muestra de ello es que mientras sus urnas son de fino metal, y sus elementos rebosan en oro y plata y sus ornamentos cuestan un dineral, los pobres duermen a las puertas de los templos con el hambre a 18 quilates. Y la iglesia viene a consolar el hambre con una hostia insignificante que se pega al paladar y se destroza con saliva y todo. Una horda monumental de esa magnitud dice tener en su cabeza a un representante exento de culpa y diestro en el manejo de lenguas, fiel a sus principios y correcto en su forma de juzgar. Un tipo travestido, inquieto, un mortal más, que representa la injusticia con su pulcritud blanca detrás de la cual hay una clandestina manera de tapar escándalos, fiestas paganas y violaciones, guerras santas y asesinatos preventivos, bibliotecas selladas y conocimientos que echarían por tierra todas sus creencias.

Un señor al que vigila el Servicio Secreto, representando la opresión, la prohibición, el veto. Históricamente civilizando para robar tierras y joyas, engañando para quitarse del alma el celibato, mintiendo para obtener limosna y respeto. 

Pero esto ya todo el mundo lo sabe y por eso el Papa y su religión que representa cae por su propio peso. El criminal de sotana que no dice nada sobre el prójimo animal, que no se pronuncia sobre el toreo, ni sobre el hambre que mata al pueblo. Hoy viene a Colombia y ¿Qué nos trae?. Podrá este señor clamar justicia cuando él mismo no puede hacer nada. Desde su atrio alzará la mano y contendrá el aliento un poco para sortear la altura, se agitará, rebozará de contento de ver a la gente, lo que no sabe es cuánto sufrimiento albergan esas almas, cuánto resentimiento hay, al punto de que se agotaron cincuenta años de guerra y aún se sigue pidiendo revancha para conjurar el resto de odios que subsisten por doquier.

Bienvenido Su Santidad Papa (Natas) a este valle de lágrimas, de rosas de amapola y hojas de la coca la más pura del planeta, la tierra del café suave, del chontaduro, del plátano, de la papa, de la yuca y de la guayaba, la tierra que pisó un nobel de literatura y un traficante, la misma en donde las mujeres tienen la posibilidad de ser las más bellas del universo o las más infelices por haberse casado con un ogro. Bienvenido a la tierra de los corruptos y los que votan por ellos, Cuánta falta nos hiciera un Robin Hood o un Jesús, y no un Papa viejo.

Acá su Santidad, también hay Padres violadores de niños (en ambos sentidos). Hay escándalos sacramentales y hay templos a la ignominia. Acá hay asesinos más creyentes que su Divina Santidad, que rezan sus balas y a sus víctimas, acá hay brujas que atan a enamorados y vengan deudas, acá hay gente que no tiene para un pan y hay gente que tiene veinte panaderías. Hay civilización para hacer el mal, caerle al caído. Hoy los noticieros apuntan a su Celebridad pero dejan de pasar esas noticias escabrosas que infunden terror, los periódicos de hoy serán guardados para la historia, a menos que algún analfabeta los obvie y los ponga de papel de baño. Pues su Santidad debería saber qué acá la educación no llega a todos los pueblos como la señal de celular.

Y perdone su Eminencia por tanta cosa inútil que le irán a regalar, ojalá no hagan el oso ofreciéndole un burro o a un muchacho. Ojalá no le ofrezcan de beber agua del río Bogotá, ni lo lleven por la 26 para ver lo que hicieron y deshicieron los ladrones de cuello blanco. Ni que vea la ladrillera, ni el palacio de justicia, en donde tanta masacre sucedió. Ojalá no le dé su bendición a los políticos que por profesar sus ideas (igual que usted) condenaron a la muerte a tanta gente. Ojalá su Santidad se acuerde del 5 - 0 y profese un poco de rencor y les haga su desplante.

Por último encarecidamente le pedimos Santificar a Gonzalo Arango; Santo del que somos devotos y cuyo poder sigue haciendo en nuestras almas el milagro de la nada.

Y por favor que no sea personal esta calumnia (o columna), le deseamos una feliz estadía.           

domingo, 27 de agosto de 2017

LA SULTANA DEL VALLE Y EL VAGABUNDO 3

EL TAPITA

No hay derecho ni recto, todo yace torcido y en su justa proporción.

Una señora bate sus brazos, han asaltado un negocio comercial, los criminales se mimetizan entre la multitud curiosa, han cambiado de aspecto, la gente se aglomera mientras viene la Policía, es pura retórica y bullicio, el de la Patrulla ejerce una autoridad levanta su barbilla y las chiquillas se derriten, lo queríamos ver ante el asedio del peligro a ver cómo es que se pone... El Avidador chupa su helado y sigue la secuencia criminal como si fuera una novela de las ocho. "Donde hay hombres tan malos debe haber mujeres buenas" dice el César, los del botín se van a comprar motos más escandalosas y zapatillas de marca y gorras y gafas. De esas mujeres "buenas" conocemos a Paloma, una nenita que trabaja de recepcionista de hotel, le toca todo el día sentada frente a una pantalla, sin embargo dicha rutina no hace mella porque tienen una cola fenomenal, curvada y firme, para sacarle del quicio el Charlie la lleva al corredor en donde intenta besarle, pero ella no se deja, tanta insistencia le acierta un beso en el pecho cerca al corazón. "De haberle besado el cuello a esta hora la tendrías en la cama" dice César. 

El César en cambio se cuadra a una Bibliotecaria que le deja sacar los libros, el César ni corto ni perezoso toma a la Bibliotecaria y la abre cual si fuera un libro, le descubre una verruga en el núcleo vulvar y le exige revisarse porque la mayoría de los cánceres comienza así. Ella no comparte el criterio y le hace olvidar a su amante el tema haciendo una pose sexual documentada solo por Arqueólogos. El Aviador y mi persona para no perder la afición por la desnudez femenina vamos a un sitio de perdición en donde célibes doncellas se quitan la ropa lentamente para que el cliente pueda pensar en qué billete sacar primero. Al Aviador lo saca el tipo de seguridad porque con el panty de la bailarina ha hecho un avión.

Nos encontramos en el terminal terrestre, al vernos los rostros parecemos enfermos de una depresión insana, el César bromea y dice tener cuatro balas en su pistola. César es el único que he visto reír en las balaceras, dice Charlie que eso es porque él está acostumbrado porque ha vivido en las comunas. Cuando nos subimos al bus con rumbo a otra capital lanzamos una mirada triste a la Sultana, la misma ciudad cuyo calor solemos echar de menos y en la que viven mujeres que se parecen por fuera a las flores, adiós lucecitas y musgos en las cuerdas de la luz, adiós olor a caña de azúcar y a tres cruces en lo alto, prometemos volver.      

sábado, 26 de agosto de 2017

LA SULTANA DEL VALLE Y EL VAGABUNDO 2

EL TAPITA

No se está perdido cuando ni se sabe para dónde se va.

El Aviador nos presenta como pacientes Psiquiátricos y un cuartel de Enfermeras nos vienen a examinar, razón por la cual ensayamos nuestras tácticas para inyectar de amor y dolor y acallar el calor que ya nos hace sudar frío. En conclusión, las Enfermeras saben inyectar pero no besar. Acudimos luego a un circo que deambulaba por la ciudad y el Charlie se enamoró de la contorsionista cuando vio las posibilidad de que el Kamazutra fuese real. El César en cambió espero que el de la taquilla se descuidará y le voló el producido de la noche. El Aviador fue a acariciar a un león y a la mujer barbuda que resultó falsa. Yo en cambio me puse a investigar de quién era la voz que presentaba a los artistas, una voz pura y melodiosa de una mujer, que resulto ser una grabación y la susodicha mujer era una obesa mujercita que alguna vez trabajo en el circo y que se enamoró del trapecista y con él fue que se fugó.

Ya harto del calor y rescatando a los demás de sus trivialidades, nos fuimos hacia el lago Calima a una fiesta de un día que resultaron ser tres días en los que vimos a un hombre derrochar su dinero en una piñata de billetes, a una mujer desnuda feriando sus partes a beneficio de la investigación científica, y el amor y las drogas en el mismo saco mezclándose, el Aviador se consiguió una novia que nos hizo un baile erótico musical a cambio de un gramo de lo que ella aspiró como droga y nosotros sabíamos era maízena. 

El festín fue al tercer día e inclusive al cuarto cuando ya la gente se marchaba y dejaba abandonadas sus cosas, olvidando relojes, celulares, cámaras, joyas y otro que otro billete, y entonces supimos que en donde hay tal capacidad de festejar la vida esta la muerte, pues el Aviador entre el lodo y la maleza descubrió a un feto humano fruto de un procedimiento de aborto, celebramos un ritual en homenaje a la persona que pudo ser y le enterramos muy profundo a fin de que los gallinazos que pululaban por doquier no se dieran un festín.

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viernes, 25 de agosto de 2017

LA SULTANA DEL VALLE Y EL VAGABUNDO 1

EL TAPITA

La ciencia no ha podido explicar esa tendencia masculina a mirar a las mujeres de atrás para delante.

Será a mi conveniencia que cuando piso la ciudad de Cali el clima es fresco. "Es que hay sitios donde es más fresco que en otros" dice el Charlie. Yo a lo que apunto es que de todas formas las mujeres se dan y no ocultan su belleza, y ese color moreno les aporta una gama única, atrayente, único. El César tampoco se deja hipnotizar pero con igual emoción se arremanga la camisa y come su helado antes que el calor acabe con todo. En un garaje nos hacemos a unos ejemplares de poesía y verso con los que pretendemos conquistar a alguna mujer de amplía cultura, pero acá no conocen ni a Julio Florez y si apenas dan razón de Jorge Isacc el de María. Yo tampoco hago méritos para aparentar ser un intelectual. Entramos a una universidad y el Charlie con su cara de sapo se hace pasar Profesor y entra a un salón y echa un ojo a ver cual de sus alumnas tiene mejores piernas. Raya el tablero con la tiza y escribe en letra grande COITO, de su séquito de universitarias salen risitas como si el término fuese algo cómico, en eso llega el verdadero Profesor y el Charlie hace un saludo militar y se escapa, el César tiene la idea de emboscar a las universitarias en los baños, pero tales sitios están hechos un asco, se dirían convergen allí incultas doncellas dispuestas a ensuciar las paredes con sus pintalabios y tintes. Nos dirigimos a las biblioteca en donde investigamos temas de conducta humana y de paso dejamos nuestros libros de poesía en modalidad de donación, fotocopiamos al fin de la obra cumbre de Henry Miller una página en donde dice que a la vida hay que darle sentido porque carece de el y que el sexo es bello sin la sentencia de la concepción, la obsequiamos a la salida y de paso les echamos una mirada a las universitarias que salen vaporosas, orgullosas y untadas del conocimiento que usarán cuando algún galán prometa y les abra las piernas. La hoja no la leen, la doblan y la almacenan entre sus demás cosas. En definitiva la gente ilustrada no está en la Academia, nos vamos a buscar al "Aviador"  un tipo que conoce la ciudad...

Sigue...  

jueves, 24 de agosto de 2017

EL AMOR ES LA SOMBRA

EL TAPITA

El amor es tirar piedritas a la ventana, el desamor es quebrar el cristal de la ventana.

Cuando sentí el golpetazo rompiéndome la cara, mi cerebro comenzó a pensar en el primer beso, quizá fue una forma de conjurar el dolor un poco, porque al rato estaba de bruces en el suelo, dispuesto a quedarme allí por si una dama acudía a consolar mi desdicha ¡nada!, ¡nadie!. Y sin embargo me levanté y ante el asombro del respetable público sonreí. Y era porque recordaba el día en que el César sermoneaba a "El Grillo" un tipo como de dos metros de altura al que acababan de atracar en una esquina, y el Grillo iba hasta armado y todo e inclusive pudo revertir la situación, pero ese día justo no se había colocado el cinturón y el arma que tenía se le fue por entre la raya del culo y en cierta forma quedo como un -culo- ante los ladrones que le diezmaron. Mi sonrisa teñida del rojo sanguinolento contrastaba con el asco que producía a algunas damas que se tapaban la boca, o pronunciaban un gran ooooh!, evocando su odio por la violencia. A lo mejor olvidaban ellas que cuando ejercen el amor ellas también golpean, también ejecutan con violencia sus tretas, tanto como la religión, todo bajo la sombra del amor. Ese día salí derrotado, con el tabique desviado, con la cara lastimada, y sobre todo el orgullo fragmentado, nadie me consoló, tuve que sanar mis propias heridas como un perro hasta tener la decencia de alzar la cabeza y seguir buscando nuevas peleas.  

miércoles, 23 de agosto de 2017

KARLA LA OSADÍA

EL TAPITA

Su beso me supo exquisito, pensé en el todo el resto del día. La importancia de enamorarse no es única, también hay drogas que lo elevan a uno. Pero Karla es diferente ella lo enhebra a uno, su beso de tornillo lo atrapa, su forma de decir - No me beses en el cuello porque me excito y no respondo - Lo dice con esa formalidad de experta, de que cualquiera podría llegar hasta allí y someterle. Pero ella entonces activaría su cascanueces y le volaría la cabeza. Tampoco consciente le toquen la cola, "¡Pero si es lo más bello en ti!" le digo,  y ella arroja esa mueca profunda de desprecio y pasión. La otra vez me interceptó me dijo que tenía ganas de sexo, lo dijo en un tono que me causo risa, como si el sexo fuese una necesidad fisiológica del cuerpo ¿o quizá si?. Buscamos un hotel una cama, un espacio, en donde tirar la ropa y los cuerpos, su perfume estaba pegado a mi, mi corazón frío pudo al fin hallar abrigo, dormí sobre su pecho escuchándole respirar y ufanarse de haber logrado más de un orgasmo. Al despedirme se me escapo un "te amo" al que ella correspondió con un rostro de fastidio, como si allí yaciera el pecado, como si fuese malo ese presagio, a la hora me llama por teléfono y me dice - seamos solo amantes, así duraremos más - Olvidé que ella era casada y que me era imposible ir más allá de tenerla por unos minutos.   

martes, 22 de agosto de 2017

MOTEL PARADYSE 4

EL TAPITA

Una mujer, heredera de una belleza singular no heredo ninguna riqueza, y se fue a buscar a la calle lo que en casa nunca aprendió, sufrió por ser bella, perdió su dignidad y luego cayo bajo, tuvo que ceder y aceptar que ya no tenía belleza, que no era joven y que había perdido esos años en consolar borrachos, en tratar de reparar maridos averiados, en amar sin ser correspondida, y el dinero se lo había gastado en disfrazar su rostro y su cuerpo e ilusionar a otros. Se detuvo en ese motel a ver si allí vería el rostro de algún conocido, nadie le reclamo, evadida de todo, comenzó a venderse por nada, la llame y le dije que no le iba a pagar por sexo, ni satisfacción, quería saber su historia; no era algo de lo que se sintiera orgullosa - una mujer que tiene la historia entre sus piernas -, por allí debería de haber lanzado al mundo un ser con futuro, hacer lo que otras mujeres hacen, y dicen realizarse. No le reclame, ni critique, solo le dije que había conocido a otras más perdidas, que inclusive se prostituyen por nada, por amor, o por la obligación de defender su orgullo. Le rescate así de esa vida, triunfal amaneció y se fue a conquistar la vida, aunque no sé qué sacrificios tuvo que hacer. Paraíso es ese lugar en donde se halla lo que acá no.